El whisky escocés y su preparación
Por Nicole Castillo
Callum O’Donnel, representante de Chivas Regal, expuso un Master Class dentro de los eventos del XXI Panamericano de coctelería sobre el whisky, su historia, composición y método de elaboración.
En esta, explicó que el whisky escocés está compuesto de cebada, agua de manantial y levadura. El primer paso para elaborarlo es la maceración, donde los granos de cebada son molidos hasta volverlos harina y se combinan con agua caliente. Esto hace que el almidón se vuelva azúcar y esta es extraída.
Le sigue la fermentación y la destilación. El whisky escocés debe ser destilado dos veces en alambiques cortos de cobre, a diferencia del whisky irlandés que se destila tres veces.
“Por último, toca el proceso más lento y gentil: la maduración. Por ley, este alcohol debe ser madurado un mínimo de tres años. En el caso de nuestro producto, lo maduramos 12 años en barricas de roble”, cuenta Callum.
Durante este proceso, el líquido pierde un 2% de su volumen por año y va absorbiendo los colores y sabores de la madera donde está madurando.
El whisky también puede ser hecho de malta, pasando por el mismo proceso, lo que le brinda más carácter al producto. Por igual, pueden combinar diferentes tipos para hacer un escocés combinado con diferentes sabores.
“Yo no recomiendo echarle hielo a la bebida porque se agua y pierde su sabor, pero si pueden echarle un poco de agua para que los sabores se abran y lo puedan degustar mejor. Al final, tómenlo como quiera porque es bueno de todas formas”, concluyó O‘Donnel.