Oportunidades y desafíos de la industria gastronómica nacional
La gastronomía dominicana es un pilar económico y cultural que articula agricultura, ganadería, pesca, transporte y comercio, además de generar empleos directos e indirectos. Su dinamismo está estrechamente vinculado al turismo, que continúa en expansión y potencia la proyección internacional del país. No obstante, enfrenta grandes desafíos: la mayoría de la mano de obra requiere formación técnica, persiste la informalidad y la experiencia gastronómica aún no alcanza los estándares internacionales. Ante este panorama, expertos coinciden en la necesidad de actualizar el marco legal, diversificar mercados, promover sostenibilidad y, sobre todo, fortalecer el capital humano técnico e innovador en el área gastronómica. Por ello es imprescindible alinear la formación académica y técnica con las necesidades reales del mercado, promover alianzas público-privadas y diseñar estrategias que impulsen la formalización y la profesionalización para garantizar la sostenibilidad y el crecimiento del sector gastronómico, y por defecto, turístico.
Ejes estratégicos del plan de formación para la transformación del sector gastronómico
Fortalecimiento de la oferta educativa actual
Realizar un mapeo, íntegro y honesto, y una evaluación de la oferta de formación gastronómica existente, para esclarecer las necesidades y poder definir los requerimientos, establecer estándares de calidad, actualizar planes de estudio y alinear la oferta con las necesidades del sector, involucrando evaluadores especializados y actores de la industria.
Fondo para la Transformación Gastronómica (FPTG)
Crear un fondo fiduciario que reúna aportes del Estado, empresas y actores del sector gastronómico (restaurantes, hoteles, productores, importadores, exportadores, docentes) para financiar proyectos de desarrollo gastronómico, gestionado por una fiduciaria y un comité de representantes clave.
Atracción de docentes internacionales
Tomar conciencia como país de que no contamos con suficientes docentes para un plan de formación gastronómica agresivo y de alta calidad, capaz de generar en 7 años profesionales íntegros y competitivos a escala internacional. Esto implica buscar en el exterior el talento docente necesario para iniciar un proceso sostenido que garantice un sistema de formación de excelencia en la gastronomía dominicana.
Creación de escuelas de Alta gastronomía
Reunir a los sectores públicos y privados comprometidos con la educación y transformación del país para impulsar un desarrollo local genuino y una proyección internacional del sector gastronómico. Esto incluye convocar encuentros de alto impacto y poner en marcha planes para abrir múltiples institutos y escuelas superiores de gastronomía en todo el país, apoyados por un comité dedicado y comprometido con el crecimiento continuo y sostenible del sector gastronómico dominicano.
Alianzas internacionales estratégicas
Hacer un mapeo internacional de escuelas y docentes potenciales para colaborar en la formación y transformación del sector gastronómico, estableciendo acuerdos de respaldo, servicios y homologación profesional que reconozcan las titulaciones dominicanas en sus mercados. La meta es integrar estas instituciones en un proyecto a largo plazo, de al menos 20 años, para resolver la falta de personal calificado y garantizar una reposición sostenible y coherente con el crecimiento del sector y de la población.
Participación del Estado e Instituciones Privadas en plan de transformación de la gastronomía nacional
Asegurar el respaldo formal del Estado dominicano, a través del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt). Asimismo, invitar a gremios, asociaciones y ONG a crear institutos técnicos superiores que ofrezcan carreras para mandos medios, cubriendo la escasez de este perfil profesional y fortaleciendo la oferta educativa de 2025 a 2030 con programas especializados.
Re-Levantamiento académico
Realizar un levantamiento académico de profesionales locales que puedan integrar el equipo docente complementario, evaluando perfiles técnicos, dominio del idioma, empatía cultural y capacidad para transmitir formación técnica, profesional y humana. Este proceso incluirá la revisión de la currícula común de los institutos superiores para incorporar carreras específicas.